Sonríe, por favor

Tengo un año regularcito… Bueno, regularcito me temo que lo tenemos el común de los mortales. No quiero entrar en el monotema de la pandemia pero, vaya, que estamos un poco tocados…

Tengo también una amiga que dice que hay que mantener el optimismo y otra que dice que, si a palo seco no es posible, pues que me ayude con una cervecita. En fin, que cada uno elabora teorías y las aplica de la manera que puede para sobrellevar el día a día.

Tengo dos hijas que me dan mucho tormento, pero son un soplo de aire fresco. Aprendemos mucho y leemos cuentos por las noches. De hecho, una de nuestras últimas lecturas, la novela gráfica «Sonríe«, ha inspirado este post.

Tengo amigos y una familia a los que hace mucho que no veo, pero que me sustentan desde la distancia.

Tengo libros que me despiertan la neurona adormecida, como el que me ha recomendado una amiga recientemente: «Silencio administrativo«, de Sara Mesa.

Tengo otra amiga cuyo hijo piensa que el nombre real de Rafael Nadal es «Vamos Rafa». Y otra con la que he visitado la exposición de Miss Beige en la galería Ponce y Robles.

Tengo una sonrisa que funciona como reguladora del ánimo. Cuando la activo, todo mejora. No quiero ser naif, pero vamos como vamos y es lo que hay. Con una sonrisa y para delante. Sonríe, por favor. A veces funciona 😉

Mayte Segura

Thinking, dreaming, writing...

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