¿Agosto ya no es lo que era?

Entradas de cine y café

Aprovechando que me hallo sola trabajando en la capital, he ido al cine un día entre semana. La entrada me ha costado 3,90 euros (casi he llorado de la emoción). Por un momento, he pensado que me había equivocado y luego me he dado cuenta de que era uno de estos esfuerzos que hacen las salas por recuperar a su público (sesiones más baratas entre semana, entradas online a menor precio que en taquilla, etcétera). No está nada mal. De hecho, a pesar de ser un espacio multisalas (http://www.cinesrenoir.com/cartelera/cine) estaba prácticamente  lleno: no parecía agosto. Entonces me pregunto, ¿agosto ya no es lo que era? No, amigos, la respuesta es más sencilla: a precios módicos, la gente sí que va al cine.

No obstante, aún queda mucho por hacer, o sí no que alguien me explique por qué un currito que quiere ver una peli el fin de semana ha de pagar 9,20 euros. ¿Y qué me decís de los niños? A 9,20 euros la entrada, independientemente de su edad… No sé si se dan cuenta los señores dueños de las salas de que han de cuidar a su público actual, pero también captar al público del futuro.

En fin, es esta sólo una reflexión de fin de verano que algunos podrían aplicarse de cara al otoño que, irremediablemente llegará y nos hará olvidar el verano, las terrazas y la playa. Yo tengo claro que con políticas de precios razonables, el público no tendría ningún problema en salir de casa para ver una cinta en la gran pantalla. De la misma manera que tengo claro que, si finalmente llega Netflix a España en octubre, como está anunciado, demostraremos que, con una oferta de contenidos amplia y precios ajustados, no tenemos ningún interés en perder el tiempo pirateando series y películas…

 

 

 

Mayte Segura

Thinking, dreaming, writing...

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